La importancia de verificar las garantías de un inmueble cuando es una propiedad nueva
Verificar las garantías de un inmueble, especialmente cuando se trata de una propiedad nueva, es de suma importancia por varias razones clave:
- Protección del Comprador: Al verificar las garantías, el comprador se asegura de que la propiedad cumpla con las condiciones y estándares prometidos por el constructor o desarrollador. Esto brinda una capa de protección al comprador contra posibles defectos o problemas estructurales que podrían surgir después de la compra.
- Garantía de Construcción: Muchos desarrolladores ofrecen garantías específicas sobre la construcción de una propiedad nueva. Esto puede incluir garantías sobre la estructura, materiales y sistemas de la vivienda. Verificar estas garantías es esencial para asegurarse de que la inversión esté respaldada en caso de problemas futuros.
- Cumplimiento con Normativas y Permisos: Al adquirir una propiedad nueva, es crucial verificar que la construcción se haya realizado de acuerdo con todas las normativas locales y que se hayan obtenido los permisos necesarios. Esto evita posibles problemas legales y asegura que la propiedad cumpla con los estándares de seguridad y calidad establecidos.
- Inspección de Calidad: Aunque una propiedad es nueva, no está exenta de posibles defectos. Verificar las garantías permite realizar inspecciones y correcciones si se encuentran problemas de calidad, asegurando que la propiedad esté en condiciones óptimas.
- Valor de Reventa: Con el tiempo, es posible que desees vender la propiedad. Las garantías respaldan la calidad de la construcción y los materiales, lo que puede ser un punto clave para futuros compradores. Tener garantías transferibles puede aumentar el atractivo de la propiedad en el mercado de reventa.
- Negociación de Reparaciones: Si durante el periodo de garantía se descubren problemas, estas garantías permiten negociar reparaciones o correcciones con el constructor o desarrollador, evitando gastos adicionales para el propietario.
- Tranquilidad Financiera: Al verificar las garantías, los compradores obtienen una mayor tranquilidad financiera, sabiendo que están protegidos contra posibles problemas estructurales o de construcción en el futuro.
En resumen, la verificación de garantías en una propiedad nueva es una medida esencial para proteger la inversión, garantizar la calidad de la vivienda y prevenir problemas legales a largo plazo.
El motivo de la reclamación.
Si existen defectos de construcción o vicios ocultos en la vivienda, o si se incumplen las normas técnicas de la construcción, las normas de separación mínima, las normas básicas de edificación, o la memoria de calidades, el comprador dispone de seis meses desde la fecha de entrega de la vivienda, para presentar reclamaciones por los defectos detectados. Si la vivienda es de protección oficial, este plazo es de cinco años desde la calificación definitiva.
En caso de que los defectos sean de construcción, debemos contar con el respaldo de un dictamen pericial que asegure la presencia de esos defectos. El comprador de la vivienda dispone de un plazo de cinco años en promedio reclamar primero ante la desarrolladora de acuerdo a contrato y luego judicialmente, plazo que puede ampliarse hasta quince años si los defectos fueran consecuencia de una falta por parte del contratista a las condiciones estipuladas en el contrato de ejecución.
Llegar a un acuerdo.
Cuando el consumidor se presenta ante la autoridad correspondiente, lo primero que se le solicita es la documentación. Lo más importante es el contrato de compraventa, donde deben reflejarse los derechos y obligaciones de cada parte. La autoridad se encarga de informar al socio de sus derechos, y, si éste está de acuerdo, firma una hoja de reclamación, y la autoridad queda encargada de su representación.
Analizando la documentación presentada por el consumidor, la asociación estudia si la reclamación tiene viabilidad, en cuyo caso comienzan a contactar con la otra parte. Es importante que en este primer momento se haga lo posible por llegar a un acuerdo extrajudicial. En caso de que se consiga este acuerdo y el consumidor obtenga una compensación, o aquello que solicitaba en la reclamación, el proceso termina aquí.
La vía judicial.
Si además de incumplimientos o irregularidades, el problema que se ha detectado en la vivienda incumple la normativa en materia de consumo, estamos ante un hecho sancionable. En estos casos, se denuncia a la PROFECO (Procurduria Federal del Consumidor), donde, estudiando la documentación, se determina si los hechos denunciados son ciertos, y se actúa en consecuencia.
Las sanciones administrativas por las infracciones en materia de consumo son impuestas sin perjuicio de las responsabilidades civiles, penales o de otro orden que se puedan dar. Por este motivo, son independientes de la indemnización que, si corresponde, se dará al comprador por daños y perjuicios.